Lago de Lugano

El Lago de Lugano se halla en el rincón más meridional del Ticino, la región de vacaciones al Sur de la cordillera alpina, extendiendo sus brazos hasta el territorio italiano. Gracias al clima templado, caracterizado por el Mediterráneo, se cultivan aquí incluso cítricos, pudiendo los turistas tomar un baño de sol debajo de palmerasEl lago muy ramificado está rodeado de numerosas montañas: el Monte Generoso es con unos 1700 metros de altura el pico más alto en el Lago de Lugano. Un ferrocarril de cremallera enlaza la aldea ribereña Capolago con la montaña panorámica. Dos teleféricos aéreos llevan a los visitantes también a las montañas caseras de Lugano, el Monte San Salvatore - del cual parte un hermoso camino en altura a la pequeña aldea de Carona y luego a Morcote - y el Monte Brè. Asimismo hay un teleférico a la terraza soleada de Serpiano, desde la cual se acude cómodamente al patrimonio natural mundial de la UNESCO del Monte San Giorgio. La montaña cubierta de un bosque tupido con muchas plantas raras es uno de los yacimientos más importantes de fósiles de un antiguo mar subtropical. En un viaje en barco descubrimos las muchas caras de la región: Morcote, con sus casas patricias y la iglesia Santa Maria del Sasso, una importante obra renacentista con campanilo de la época románica tardía en una ubicación singular, o bien Gandria, una pequeña y pintoresca aldea de pescadores en el Lago de Lugano. En los alrededores del lago, numerosos parques invitan a dar un paseo. Por ejemplo el Parco Scherrer en Morcote, que combina la escultura y la arquitectura de numerosos países y épocas con cedros, pinos mejicanos, alcanforeros, eucaliptos, azaleas, palmeras, bambú, etc., o bien el Parque Belvedere que se halla directamente en el paseo ribereño de Lugano. En primavera, las magnolias y las camelias florecientes fascinan a los visitantes de los parques. El paraíso turístico del Lago de Lugano permite descubrir la historia y la cultura suiza: por ejemplo en el museo aduanero (Schweizerisches Zollmuseum) en Gandria, que demuestra cómo los contrabandistas siguieron su "profesión" en esta región antaño muy pobre, o en el conocido parque "Swiss Miniatur" que presenta los monumentos más importantes del país a una escala de 1:25. Para los aficionados a la literatura vale visitar el museo de Hermann Hesse en Montagnola, lugar éste donde el famoso escritor pasó la mitad de su vida.