El lago Titicaca es un cuerpo de agua ubicado en la meseta del Collao en los Andes Centrales a una altura promedio de 3.812 msnm entre los territorio de Bolivia y Perú. Posee un área de 8,562 km² de los cuales el 56% (4.772 km²) corresponden al Perú y el 44% (3.790 km²) a Bolivia y 1.125 kilómetros de costa; su profundidad máxima se estima en 281 m y se calcula su profundidad media en 107 m. Su nivel es irregular y aumenta durante el verano austral.
Está formado por dos cuerpos de agua separados por el estrecho de Tiquina, el más grande situado al norte es denominado lago Mayor o Chucuito tiene una superficie de 6.450 km², estando en esta parte su mayor profundidad (-283 m), cerca de la isla Soto. El otro cuerpo más pequeño llamado Menor o Huiñamarca situado al sur tiene una superficie de 2.112 km², con una profundidad máxima de 45 metros.
El Lago Titicaca se encuentra entre las cordilleras andinas en una gran cuenca (alrededor de 22 400 kilómetros cuadrados - 58 000 kilómetros cuadrados de superficie).
Es el lago navegable más alto del mundo y el segundo lago más grande de Sudamérica después del Lago de Maracaibo en Venezuela.
El Titicaca es un lago de origen tectónico. Se formó aproximadamente durante la era terciaria debido al hundimiento de una parte de la antigua meseta andina, formó parte, junto con el lago Poopó, del extinto lago Ballivián que se extendía por la meseta del Collao. Su área primitiva era mucho más extensa y en la actualidad es un lago residual.
Las aguas del Titicaca son límpidas y sólo levemente salobres, con salinidad que van desde 5,2 hasta 5,5 partes por 1 000. Gran parte del agua se pierde por evaporación y las sales que han entrado con los ríos se quedan. Sólo un 5 por ciento del agua se va por el río Desaguadero y desemboca en el lago Poopó que es mucho más salado. El agua finalmente se pierde en el salar de Coipasa donde la escasa cantidad de agua que reciben termina por evaporarse completamente.
Los ríos de la hoya del Titicaca son de corta longitud, el río de mayor longitud (Ramis-Azángaro-Carabaya) sólo tiene 240 kilómetros. Otra característica de los afluentes del Titicaca es su caudal irregular marcado por las lluvias estacionales entre diciembre y marzo y la ausencia de lluvias entre junio y noviembre que disminuyen notablemente su caudal; estas lluvias generan inundaciones en las desembocaduras de los ríos, y son más notables en los ríos Ramis e Ilave.
Además los afluentes del Titicaca destacan por la ausencia de turbulencia, el carácter meándrico debido a la baja pendiente y por mantener fauna fluvial consistente en peces (suche y chalhua) y reptiles. Así como aves buceadoras que viven de la fauna del río.
El lago Titicaca guarda entre sus profundidades, una famosa leyenda contada por los descendientes de los incas aunque mezclada con un personaje mítico de la cultura cristiana.
Cuenta que entre sus profundidades era un valle o paraíso terrenal hermoso, donde vivían en paz o armonía personas de nobles corazones donde no conocían la maldad y que solo reinaba la felicidad o la alegría y el amor. Los dioses se sentían también felices por estos seres por el buen corazón que tenían estas personas, además se les permitía garantizar su libertad solo tenían una condición "De no subir la cima de las montañas donde ardía el fuego sagrado" ya que durante largo tiempo, los hombres no pensaron en infringir esta orden de los dioses. Más adelante un ser maligno, el diablo o el demonio, el príncipe de las tinieblas condenado a vivir en la oscuridad, con crueldad y maldad se presentó en el lugar y provocó la tentación hacia los habitantes, al ver que no soportaba como vivían en esas condiciones las personas. El maligno se ingenió para dividir a los hombres sembrando la discordia, les pidió probar su coraje yendo a buscar el Fuego Sagrado a la cima de las montañas. Estas personas al retar lo que el maligno les había dicho escalaron las montañas lo cual les hizo caer en el pecado, donde se generó la maldad. Más adelante los pecadores comprendieron que habían desobedecido a los dioses y decidieron exterminarlos. Miles de pumas salieron de las cavernas y se devoraron a estos seres que suplicaban al diablo que los ayudara a salvarlos de estos felinos, pero el maligno permanecía insensible a sus súplicas. El dios Inti o Viracocha, al ver que los habitantes habían cometido su primer pecado empezó a llorar y sus lágrimas con abundancia inundaron en cuarentena con diluvio el valle hasta formarse lo que actualmente es el famoso lago. Solo un hombre y una mujer llegaron a salvarse sobre una barca de junco, cuando el sol brilló de nuevo, el hombre y la mujer no creían a sus ojos: bajo el cielo azul y puro, estaban en medio de un lago inmenso. En medio de esas aguas flotaban los pumas que estaban ahogados y transformados en estatuas de piedra. Desde entonces el lago Titicaca, de acuerdo a esta leyenda es conocido como el lago de los pumas de piedra.