El Lago de Maracaibo es el más grande de Sudamérica, está ubicado en el Estado Zulia, y cuenta con extensiones de 110 kilómetros de ancho y 160 de largo, tiene una superficie aproximada de 13,820 kilómetros cuadrados y sus costas se extienden por 728 kilómetros, alcanzando una profundidad máxima de 50 metros en la estación lluviosa.
En dirección suroeste se puede apreciar unos de los fenómenos naturales que siempre lo ha caracterizado el famoso relámpago del Catatumbo. Posee aguas bastantes oxigenadas por esto lo hace rico en algas y abundante en peces.
Te presentaremos algunas de las fotos más bellas del Lago de Maracaibo.
El lago de Maracaibo es un cuerpo de agua ubicado en el occidente de Venezuela, en el estado Zulia. Según los autores, se lo define como una gran bahía semicerrada y salobre,1 o más comúnmente se lo considera un lago;2 en este caso, con una superficie de entre 13 210 a 13 820 km²,3 sería el más grande de Latinoamérica y el 19º entre los lagos más grandes del mundo. El registro geológico demostró que en el pasado ha sido un indiscutible lago, y como tal, el segundo más antiguo de la Tierra, con una antigüedad entre 20 y 36 millones de años. Si bien se conecta al mar de manera similar a una albufera, la enorme antigüedad, su historia geológica y la importante profundidad del Maracaibo lo diferencia de las verdaderas albuferas, las que poseen una historia geológica moderna (con antigüedades de pocos miles de años) y una escasa profundidad (generalmente menor a 5 metros) que las relaciona con las lagunas.4
En el extremo norte se conecta con el golfo de Venezuela por un estrecho de 55 km. Es alimentado por numerosos ríos, el más grande es el río Catatumbo. La cuenca de Maracaibo es una de las zonas de mayor riqueza petrolífera del mundo con más de 15 000 pozos perforados en su cuenca desde 1914. En esta área se presenta el denominado Relámpago de Catatumbo, fenómeno que mediante 1 176 000 relámpagos por año, genera hasta cerca del 10 % del ozono atmosférico del planeta. Era llamado Coquivacoa por los aborígenes.
La cuenca de Maracaibo es un lugar donde se aprecia la enorme abundancia de energía de Venezuela, que incluye reservas petroleras frente a las cuales las de Arabia Saudita parecen insignificantes, que choca con la capacidad reducida del productor monopólico estatal, Petróleos de Venezuela SA, para manejar la doble demanda de mayor producción y protección ambiental.
Hoy día, la masa de agua de 13,200 kilómetros cuadrados (5,097 millas cuadradas), es un cementerio de todo tipo de cosas, de tuberías abandonadas y neumáticos, es el emblema de una nación rica en recursos que ha caído en el caos.
En 2006, 1,2 millones de barriles por día se surtían desde la cuenca de Maracaibo. Pero una gran parte de los fondos eran desviados para el mantenimiento y la reinversión en los programas sociales.
Para 2014, la producción petrolera en la cuenca de Maracaibo, contabilizaba una caída con 745.164 barriles por día, de acuerdo con cifras del Ministerio de Petróleo. Eso equivale a 8 mil millones de dólares en ingresos no percibidos.
Asimismo, el lago se ha degenerado en un guiso de contaminantes que incluyen el sulfuro, el flúor, nitrógeno, detergentes, coliformes fecales, entre otros, según el sitio web del Instituto para el Control y la Conservación del Lago de Maracaibo (ICLAM), una entidad gubernamental creada en 1981 para el cuidado del lago
“Hay una gran irresponsabilidad gubernamental, no sólo de este gobierno sino de los de hace más de 20 a 30 años”, dijo Gustavo Carrasquel, director general de la Fundación Azul Ambientalistas, una organización sin fines de lucro del medio ambiente y la conservación fundada en 1986. “Las transnacionales destruyeron el lago y PDVSA no tiene la capacidad operativa para controlar las constantes fugas de petróleo y gas“.
Funcionarios del Ministerio de Petróleo de Venezuela y PDVSA no respondieron a correos electrónicos y llamadas telefónicas en busca de comentarios sobre la contaminación en el Lago de Maracaibo y la disminución de la producción de la cuenca. El lunes, el petróleo Brent, de referencia mundial, cerró por debajo de 50 dólares por primera vez desde enero.
Desde la cubierta de una lancha de servicio de PDVSA, cientos de plataformas se ven en el horizonte, algunos ociosos y otras extrayendo su recompensa a un ritmo pausado. Manchas de aceite saturada como ramas de un árbol se aprecian en la superficie del agua, también moteada por la lenteja de agua, que puede ahogar el ecosistema y varar a lanchas pequeñas.