La laguna Chichoj se encuentra ubicada dentro de la subcuenca del mismo nombre. La laguna Chichoj recolecta la totalidad del agua que cae sobre la subcuenca y es muy susceptible a cualquier alteración que en ella se produzca.
Los límites, por lo tanto, están definidos por las divisorias propias de la subcuenca. La subcuenca constituye la parte alta de la cuenca del Río Cahabón, a la cual pertenece. Está delimitada al Oeste-suroeste por la Cuenca del Ríos Salinas que vierte sus agua al Golfo de México, y al Norte-noroeste por el Área de Captación del Río Cahabón que vierte sus agua al Océano Atlántico.
La subcuenca hidrográfica, por ser una unidad física en la cual tienen lugar todo el proceso natural, así mismo por ser una unidad natural y lógica para el desarrollo agrícola, ambiental y socioeconómico, fue considerada de forma integral como territorio destinado a Área de Protección.
Acceso al área[editar]
El acceso principal al área de estudio desde la ciudad capital, es la carretera CA-9 que conduce al Norte de la República, tomando el desvío del kilómetro 85 con destino a la cabecera departamental de Alta Verapaz, por la carretera CA-14. Al llegar al kilómetro 197 se toma la carretera 7W que se dirige hacia los municipios de Santa Cruz y San Cristóbal Verapaz que se ubica a 6 kilómetros del primero.
Ingresando por el Occidente de la República, se puede acceder por la carretera CA-1 por el departamento de Huehuetenango, y continuando por la carretera departamental 6W que conduce al municipio de Chiantla (Huehuetenango) a la altura de la aldea Buenos Aires. En dirección Este, esta carretera pasa a ser la 7W que atraviesa el municipio de Aguacatán (Huehuetenango), y los de Sacapulas, Cunén, Uspantán y Chicamán (Quiché), hasta llegar al municipio de San Cristóbal Verapaz.
De acuerdo a Terga (1979:4) en San Cristóbal hay un profundo "misticismo alrededor del lago, ese "mar pequeño" que brota eternamente de las entrañas misteriosas del suelo cristobalense, las montañas sagradas, ...". Sobre el origen del lago, el mismo autor cita una leyenda que mencionan muchos cristobalenses, generada aparentemente como parte de la dominación cristiana: "Con el tiempo, surgió una resistencia de parte de los principales de San Cristóbal a los laudables intentos de algunos dominicos de imponer su religiosidad sobre este pueblo milenario. Según la tradición oral surgió un conflicto peligroso entre ellos y un padre dominico, que amenazado por su vida huyó de San Cristóbal y por la cumbre que va a San Joaquín maldijo al pueblo por su terquedad. Así Dios afligió al pueblo con una tempestad que lo inundó, formando un lago donde antes estaba el pueblo. Así fue escarmentado Caccoh por su incredulidad" (Terga, 1979:87-88).
Algunas prácticas y relatos indican que la laguna era y es considerada sagrada para los indígenas del lugar. Actualmente aún hay altares que constituyen centros de oración en sus orillas, en sitios silvestres discretos, particularmente en las cuevas de Panconsul, lado este en la parte baja de un cerro que se encuentra enfrente del Petencito. Albizurez (1980:55) reporta que antiguamente, aun a mediados de siglo, diferentes indígenas creían que cuando los niños nacían y tenían una mancha atrás, podrían estar predestinados para ser grandes hombres; para probarlo, los introducían durante tres días en las cuevas Panconsul; si resistían la prueba ello mostraba que eran fuertes y que serían los encargados de sumergirse en la laguna cuando fueran mayores.
En tres cerros que rodean a la laguna (Caccoj, Kinich, Panixcalera) y en sus orillas, especialmente en Panconsul (lado este, enfrente del Petencito) tradicionalmente han habido y aún hay, altares que constituyen centros de oración en la religión maya Poqomchí y católica (sincretismo religioso). De alguna manera la adoración podría estar ligada a la creencia de que la laguna brota del agua de esas montañas, observación que fortaleció la percepción de Terga cuando en su estudio histórico de la vida de San Cristóbal, sintetiza: "Caccoh, donde brota el mar pequeño" (Terga, 1979). Ello muestra que dicha laguna, además de su valor material, está ligada a la historia y a las raíces culturales de los habitantes de San Cristóbal, Verapaz.